La nefrología española, pionera en la definición de unos criterios de excelencia para la atención de los pacientes con Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA)

La nefrología española, pionera en la definición de unos criterios de excelencia para la atención de los pacientes con Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA)

La Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) crea, con la colaboración de los pacientes (ALCER), la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN) y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el primer modelo de acreditación de las unidades que tratan a los pacientes renales crónicos más graves, llamado ACERCA.

En los últimos años se han ido desarrollando en España las llamadas Unidades ERCA (Unidades de Enfermedad Renal Crónica Avanzada), en las que se atiende a los pacientes en los estadios IV y V de esta patología, que son aquellos con mayores índices de mortalidad y mayor deterioro en la calidad de vida, pues acaban necesitando tratamiento renal sustitutivo (TRS). Debido a la novedad de estas unidades, existe un vacío en la literatura científica española (y en la internacional) sobre cómo deben funcionar para lograr sus objetivos, que son los de mejorar la supervivencia del paciente, retrasar en lo posible la progresión de la enfermedad hasta la necesidad de tratamiento sustitutivo, y más específicamente los asociados a la ERCA, favorecer una transición adecuada a la diálisis y el trasplante, reducir las complicaciones y la morbilidad y promover la autonomía del paciente.

Justamente para llenar este vacío, la Sociedad Española de Nefrología, S.E.N ha promovido un Modelo de Acreditación de la Calidad de las Unidades ERCA (Modelo ACERCA) que no solo es pionero a nivel mundial sino que también es fruto de la primera recogida de aportaciones que se realiza de forma reglada en nuestro país sobre los aspectos que los expertos consideran claves para medir la excelencia de la atención a los pacientes renales crónicos más graves. De hecho, el documento definitivo es el resultado de la participación de 95 expertos, que han discriminado los criterios aportados por un grupo de trabajo constituido por nueve especialistas de la S.E.N. y coordinado por los doctores Mario Prieto Velasco, del Complejo Asistencial Universitario de León, y María Dolores del Pino y Pino, del Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería y presidenta de la Sociedad.

El documento ha contado también con la participación de los pacientes, representados en la Federación Nacional ALCER, la ONT y la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN).

El modelo de Acreditación de Calidad de las Unidades ERCA (ACERCA) finalmente aprobado por la S.E.N. se compone de 70 estándares agrupados en cinco bloques: requisitos generales de la Unidad ERCA, recursos materiales y humanos, procesos, derechos y seguridad del paciente y resultados. En cada uno de estos bloques se incluyen estándares obligatorios y recomendables que ayudan a definir y evaluar el trabajo de las unidades, sumando un total de 44 (O) y 26 (R) (Figura 1).

El proceso de acreditación pretende medir el cumplimiento de estos parámetros, reconociendo la excelencia de aquellas unidades que cumplan con los requisitos en cuatro niveles de acreditación diferentes: básico, avanzado, óptimo y excelente (Figura 2).

Los estándares están basados en la evidencia disponible, la investigación y experiencia actual y actualizada, la información publicada en las guías internacionales, recomendaciones de organizaciones profesionales nacionales o internacionales, información de expertos, requerimientos legales y otras fuentes autorizadas. Para poder llevar a cabo todo este proceso, se realizó una propuesta preliminar basada en la bibliografía disponible, la documentación proporcionada por las nueve Unidades ERCA integrantes del grupo de trabajo, así como una selección de las principales características recogidas en otros manuales de calidad de otras organizaciones. Con esta primera propuesta preliminar, se plantearon dinámicas de grupo en las que se discutieron los distintos estándares y se llegó a un consenso final por parte del grupo de trabajo de la S.E.N, que definió un total de 82 estándares. Estos 82 criterios fueron depurados y reducidos a 70 tras la encuesta contestada por 95 profesionales sanitarios (80 médicos y 15 enfermeras que trabajan en las unidades ERCA), las reflexiones llevadas a cabo por el grupo de trabajo y la prueba piloto realizada para validar el modelo y el proceso de acreditación en 7 Unidades ERCA (Complejo Asistencial Universitario de León, Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, Hospital Universitario Son Llàtzer de Palma de Mallorca, Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona, Hospital Universitario Puerto Real y Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida).

Un gran avance: “Considerando que las guías actuales sobre los procesos de las Unidades ERCA son relativamente poco concretas, se podría haber esperado una mayor dispersión en las opiniones entre los indicadores propuestos y los aceptados por la gran mayoría de los nefrólogos de las Unidades ERCA, pero no ha sido así”, ha señalado el doctor Mario Prieto Velasco, uno de los coordinadores de este trabajo, que ha destacado que este modelo representa un gran avance pues “se trata de la primera aproximación para describir estándares de funcionamiento de las Unidades ERCA que incluye aspectos relacionados con los recursos necesarios (tanto materiales como humanos), los procesos, la seguridad del paciente y los resultados, y que además se ha basado en un método estandarizado de recogida de la opinión de los nefrólogos españoles que se dedican a la ERCA, así como de una prueba piloto realizada en distintas Unidades ERCA de la geografía española”.

En la misma línea, la presidenta de la S.E.N. y también coordinadora del estudio, María Dolores del Pino, ha afirmado que la acreditación es un método que aporta transparencia y hace mejorar a las organizaciones y a sus profesionales, y ha añadido que el modelo creado es “muy pragmático y tiene los pies en la tierra”, pues todos los estándares finalmente incluidos han sido testados y evaluados para asegurar que cada uno de ellos es relevante, comprensible, medible, aporta beneficio y es alcanzable. Asimismo, ha destacado la participación de la organización de pacientes ALCER y la ONT como otra de las fortalezas del modelo.

Por su parte, el presidente de ALCER, Daniel Gallego, ha valorado muy positivamente la orientación al paciente de este modelo y ha subrayado la inclusión de criterios que tienen que ver con la igualdad en el acceso a los tratamientos, el derecho de decisión del paciente, la información a pacientes y familiares y la potenciación de la autonomía y corresponsabilidad del enfermo en el manejo de su patología, aspectos que considera claves en la excelencia del servicio prestado por estas unidades.

Desde la SEDEN, su presidente, Juan Francisco Pulido, ha indicado que este proyecto iguala la atención y los cuidados a los pacientes allá donde se encuentren, así como hace posible que todos los profesionales que les atiendan lo hagan de una forma reglada, ordenada y encaminada a mejorar la salud y, por ende, la calidad de vida de los pacientes, consiguiendo una transición a su tratamiento de diálisis o al trasplante renal de una forma óptima.

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